Mi experiencia con niños con PCI en el agua.
Es conocido el aspecto educativo, lúdico y formativo que tiene el agua; pues bien, a estos aspectos hay que unir la importancia de su valor terapéutico. La hidroterapia constituye, en efecto, una actividad terapéutica y lúdica que complementa el tratamiento fisioterapéutico de los niños con discapacidad física.Son muchos los estímulos que el niño experimenta, antes incluso de entrar al agua. Cuando la madre está cambiándolo para ponerle el bañador, el niño ya se siente feliz porque sabe que es lo que viene después. Las entradas y salidas del medio acuático tienen que respetarse siempre. La entrada nunca se realiza bruscamente, hay que ir introduciendo al niño lentamente para que éste no sienta rechazo a la actividad. Igualmente con las salidas. Normalmente el niño no quiere abandonar la piscina, por lo que hay que hablarle y explicarle que la actividad va a terminar y sacarlo poco a poco.
La flotación, la temperatura del agua, y la resistencia al movimiento, son algunas de las propiedades que hacen del agua un medio muy beneficioso para los niños con parálisis cerebral.
